Piedra sepulcral cristiana catacumbas de Domitila Roma (Siglo III) |
En
las reuniones de los grupos de matrimonios de mi parroquia a lo largo de este
curso hemos utilizado como texto de referencia el Youcat, el catecismo que se entregó a los jóvenes en la Jornada Mundial
de la Juventud celebrada en Madrid en agosto (JMJ Madrid 2011). Este texto es
una traducción-aplicación del Catecismo
de la Iglesia Católica para el mundo juvenil. Sin embargo, al utilizarlo en
los talleres de matrimonios, nos dimos cuenta de su utilidad como instrumento
para ayudar también a los que son menos jóvenes y que se sienten alejados o con
prejuicios respecto a la doctrina de la Iglesia Católica. De hecho, algunos de
los miembros de estos grupos de matrimonios expresaron su sorpresa al descubrir
lo que de verdad dice la Iglesia y en qué se fundamenta y lo razonable que es
la fe cristiana. En el Youcat, el
edificio de nuestra fe se muestra en toda su realidad, con sus fundamentos, con
la relación entre sus partes, y el ver esto puede ser para muchos una sorpresa,
sobre todo si están acostumbrados a ver a la Iglesia y a sus enseñanzas a
través de las lentes de los medios de comunicación social.
Propongo
aquí un resumen del Youcat –que ya de
por sí es un resumen del Catecismo de la
Iglesia Católica-. Este resumen lo hice teniendo presente los grupos de
matrimonios de mi parroquia, en su mayoría compuestos por matrimonios jóvenes
con niños pequeños, para ayudarles en la preparación de la reuniones de este
año. Sin embargo, aunque en este resumen del Youcat se tiene especial atención a los temas matrimoniales y
familiares, creo que puede ayudar también a otras personas y grupos de diferentes
contextos y con diversos grados de adhesión o crítica a las enseñanzas de la Iglesia.
Añado aquí a este resumen algunas imágenes de obras de artes que se encuentran
en el Compendio del Catecismo de la Iglesia
Católica, otro resumen del Catecismo
del que este año celebramos el XX aniversario de su promulgación.
Introducción
- ¿Cómo y por qué
surgió el Catecismos de la Iglesia
Católica (CIC)?
Icono de Cristo Teófanes de Creta (1546) Monte Athos (Grecia) |
Fue una iniciativa de Juan Pablo II: En un momento de
confusión y de dudas sobre lo que cree la Iglesia, se debía aclarar qué es lo
que cree hoy la Iglesia Católica y cómo se puede creer de un modo razonable.
- Estructura del CIC
- La de la
experiencia catequética de muchos siglos:
- Lo que creemos:
el Credo
- Lo que
celebramos: los siete sacramentos
- Cómo vivimos:
los diez mandamientos
- Cómo rezamos:
el Padrenuestro
- El Youcat es una de las tantas
necesarias ‘traducciones’ del CIC para los distintos espacios vitales, en
este caso para los jóvenes.
- Su importancia: nos
habla de nuestro propio destino. No nos regala el oído, no nos lo pone
fácil, nos exige una vida nueva, pero es la “perla de gran valor” por la
que vale la pena renunciar a lo demás. Hoy es necesario estar firmemente enraizados
en Cristo y saber dar razón de nuestra esperanza para vivir en este mundo
como creyentes.
1º
parte: Lo que creemos
La adoración de los Magos Gentile da Fabriano (1423) Galeria de los Uffizi -Florencia (Italia) |
- Podemos decir algo con verdad de Dios, aunque Dios es siempre más grande de lo que podamos pensar o decir de él.
- Libremente Dios se nos ha revelado y esta
revelación está contenida en las Escrituras y en la Tradición. Dios se nos
revela en la historia, en la historia de la salvación. Momentos señalados
de esta historia: creación; vocación de Abrahán; Moisés: revelación del nombre
divino y de la Ley; salida de Egipto; profetas; espera del Mesías;
ENCARNACIÓN.
- Jesucristo es la plenitud de la revelación, por
eso en el diálogo interreligioso hay que mantener que Jesucristo no es uno
más entre los fundadores de las grandes religiones, sino el Hijo de Dios
encarnado.
- La Sagrada Escritura: su inspiración; su
inerrancia (no tiene error); el canon; cómo surgieron los textos sagrados;
la forma de leerlos; importancia del Antiguo Testamento para los cristianos.
- La fe: aceptación de una verdad en base al testimonio
y también confianza en Dios; respuesta a Dios que se revela; es razonable
creer aunque le fe no es la conclusión de un argumento lógico; cómo se
llega a creer; es personal y a la vez comunitaria.
- El Credo: resumen vinculante de la fe; los más
importantes son el Credo de los Apóstoles (el corto) y el
niceno-contantinopolitano (el largo); el germen del Credo está en el mandato
de Jesús resucitado de bautizar en ‘el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu santo’.
Creo
en Dios Padre
Miniatura sobre los siete días de la creación Biblia de Souvigny Moulins (Francia) |
- Monoteísmo: Dios es uno; es la experiencia
fundamental del pueblo de Israel: Dt 6, 4; revelación del nombre
divino (JHWH) a Moisés: Ex 3, 14; Dios es la verdad; Dios es
amor.
- Trinidad: Un sólo Dios en tres personas, Dios es
comunión perfecta de personas.
- Paternidad de Dios. En el sentido de origen y
autoridad, que protege y sostiene; parábola del padre misericordioso; palabra
abbá que utilizaba Jesús al orar
a Dios Padre.
- Omnipotencia. Dios lo puede todo, pero ejerce su
omnipotencia de forma misteriosa y nunca caprichosamente; actúa siempre
con amor.
- Creación: Dios crea todo de la nada; es una
verdad teológica, de un orden distinto al de las ciencias naturales; no es
incompatible con las ciencias ni con la teoría de la evolución, pero sí con el evolucionismo
como ideología que ve todo como un proceso casual, sin sentido ni
finalidad; la naturaleza tiene sus leyes que le ha dado el Creador y que
el hombre tiene que respetar.
- Providencia divina: Dios cuida de todo lo creado;
problema del mal.
- Cielo: no es un lugar, sino un estado en el más
allá donde su cumple plenamente la voluntad de Dios.
- Infierno: supone la separación definitiva de Dios.
- El hombre: es creado a imagen y semejanza de
Dios; es distinto de las demás criaturas, es persona; igualdad de todos los
hombres: tenemos todos un mismo origen y un mismo fin; idea de alma, como
aspecto espiritual del hombre no reducible a la materia; diferencia sexual
como inscrita en nuestra naturaleza y fundamento del matrimonio;
homosexualidad.
- El pecado original: alienación; relato del
Génesis; consecuencias del pecado.
Creo
en Jesucristo, Hijo único de Dios
La cruz, árbol de la vida Basílica de San Clemente (Roma) |
Evangelios: La palabra evangelio significa ‘buena noticia’:
es la noticia de que Dios envió a su Hijo al mundo para salvarnos; en otras
palabras, que Jesús de Nazaret es el Hijo único de Dios y el salvador de la
humanidad. Esta fe la expresaban los primeros cristianos de distintos modos,
por ejemplo dibujando un pez, ya que las letras de la palabra griega pueden ser
leídas como una profesión de fe en Jesús, el Cristo, el Hijo de Dios, el
Salvador.
Encarnación: el Hijo eterno del Padre se hace hombre sin dejar de
ser Dios; por eso Jesús es verdaderamente hombre y verdaderamente Dios; la
Iglesia se esforzó por aclarar este misterio luchando contra distintas herejías
(arrianismo, docetismo, nestorianismo, monofisismo...) y proponiendo en los
diversos concilios, como el de Calcedonia, fórmulas legítimas para hablar del
misterio de Jesús. Al ser verdaderamente hombre, fue en todo igual a cualquiera
de nosotros, excepto en el pecado.
María: Virginidad de María: no es una idea mitológica, es una virginidad real y
no meramente simbólica y así la entendió la Iglesia desde los comienzos; y es
una virginidad perpetua, lo que excluye que Jesús tuviera hermanos. Cuando se
habla de hermanos de Jesús en el evangelio hay que entenderlos como parientes
cercanos, ya que en arameo se utiliza la misma palabra para hermanos y primos.
María es la Theotókos, madre de Dios,
porque el que engendra en su seno es el Hijo de Dios. La Inmaculada Concepción significa que Dios preservó a María del
pecado original desde el comienzo de su existencia. María es nuestra Madre,
porque Jesús nos la dio como madre en la cruz.
Los Misterios de la Vida de Jesús: Vida
escondida en Nazaret: santificación
de la vida ordinaria y familiar; bautismo
de Jesús: solidaridad con los pecadores y anticipación de su muerte
(inmersión en el agua) y resurrección (voz del cielo); tentaciones en el desierto: combate espiritual de todo cristiano; predicación del Reino: dirigida
preferentemente a los pobres y pecadores; milagros:
como sucesos reales que señalan el comienzo del Reino de Dios y confirman el
mensaje de Jesús; llamada de los
apóstoles: continuadores de la misión de Jesús y testigos de la
resurrección, cuyos sucesores son los obispos, y con una papel especial desempeñado
por Pedro y su sucesor que es el obispo de Roma, el papa; transfiguración: manifestación de la gloria divina de Jesús y
preparación de los apóstoles para el escándalo de la cruz; última cena: en un contexto pascual haciendo memoria de la
liberación de Egipto como símbolo de una liberación más profunda; Jesús es el
verdadero cordero pascual; condena: Jesús
fue condenado a muerte porque se arrogaba un poder divino y cabían solo dos
posibilidades, o era verdad o era un blasfemo, lo que implicaba la pena de
muerte; los responsables de su muerte somos todos nosotros, no el pueblo judío
como tal; no fue una casualidad la muerte de Jesús, sino que fue querida por
Dios para nuestra salvación; en la última
cena Jesús instituyó la Eucaristía y el sacerdocio; en el huerto de los olivos experimentó
realmente el miedo humano ante la muerte y se decidió por un sí a la voluntad
del Padre; en la cruz Jesús bajó a
los más profundo del sufrimiento y del dolor humano; la resurrección es un suceso real; los apóstoles creyeron en la
resurrección por los encuentros con el Resucitado y por la tumba vacía; la ascensión al cielo marca el final de las
apariciones y el inicio de un nuevo modo de presencia del Señor; la parusía es la segunda venida del Señor
cuando vendrá con gloria al final de los tiempos para juzgar a vivos y muertos
y establecer definitivamente el Reino.
Creo
en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, el perdón de los pecados, la
resurrección de los muertos y la vida eterna
Espíritu Santo: es la tercera Persona de la Trinidad, Dios igual al
Padre y al Hijo; los carismas son dones
especiales del Espíritu Santo; los símbolos utilizados para hablar del Espíritu
son, entre otros: el fuego, el agua, el viento, la paloma; habló por los
profetas en los tiempos del Antiguo Testamento; en Pentecostés Jesús envía su
Espíritu sobre los apóstoles y comienza el tiempo de la Iglesia; el Espíritu
Santo actúa en la Iglesia cuando se celebran los sacramentos, cuando se
proclama la Palabra de Dios, cuando mueve a la los cristianos a la misión,
etc., es el ‘huésped silencioso de nuestra alma’, en palabras de san Agustín;
se nota que dejamos actuar el Espíritu Santo en nuestra vida cuando
manifestamos los frutos del Espíritu.
La Iglesia: la comunión de vida de todos los bautizados; se usan
distintas imágenes para referirse a ella: cuerpo de Cristo, pueblo de Dios,
esposa de Cristo; la Iglesia no es sólo la institución visible, es también
signo e instrumento de la unión con Dios, por eso decimos que creemos en ella; su misión es hacer
brotar y crecer en todos los pueblos el Reino de Dios; la Iglesia es misterio
de fe porque es una realidad humano-divina, en ella está presente y actúa Dios;
la Iglesia puede ser sólo una, porque
hay sólo un cuerpo de Cristo, aunque se concrete en iglesias locales; a esta Iglesia
pertenecen todos los bautizados aunque no estén en plena comunión con la
Iglesia de Roma, de ahí la importancia del ecumenismo y el trabajar por la
plena unidad visible de todos los bautizados; la Iglesia es santa porque Dios actúa en ella y por
ella; es católica porque es
universal; la relación de la Iglesia con el pueblo judío es muy especial; la
relación con las demás religiones implica el respeto de la libertad religiosa
como derecho humano fundamental; la Iglesia es apostólica porque está fundada sobre el fundamento de los apóstoles
y es guiada por sus sucesores, los obispos; está formada por clérigos y laicos,
iguales en dignidad pero con diferente misión; los religiosos son los que hacen
los votos de castidad, pobreza y obediencia (los ‘consejos evangélicos’) y
pueden ser tanto laicos como clérigos; los laicos no son cristianos de segunda
clase: tienen una misión que le es propia; la Iglesia no es una democracia
porque el poder en ella no deriva del pueblo, sino de Dios y éste es el
fundamento de la jerarquía en la Iglesia; el papa es sucesor de Pedro y detenta
la autoridad máxima en las decisiones doctrinales y disciplinares; el papa es
infalible cuando proclama algo que se refiere a le fe o a la moral como
definitivo; los obispos son sucesores de los apóstoles y están al frente de las
iglesias particulares.
Jesús da la comunión a los apóstoles Joos van Wassenhove Urbino (Italia) |
Por
comunión de los santos se entiende la
comunión de todos los creyentes en Cristo, vivos y muertos, que forman un solo
cuerpo que abarca cielo y tierra y en el que nos podemos ayudar unos a otros,
tanto los que ya están en la gloria de Dios intercediendo por nosotros, como
nosotros pidiendo por los que todavía necesitan purificarse para encontrarse
con el Señor cara a cara. Entre los santos destaca María que es nuestra madre e intercede
por nosotros; a María no la adoramos, pero sí la veneramos como madre del
Señor.
La
Iglesia puede perdonar los pecados
porque el Señor le dio este poder. El perdón de los pecados se da
fundamentalmente en el sacramento del bautismo y en los ya bautizados en el
sacramento de la reconciliación. Para los bautizados que cometan pecados graves
es necesario confesarse para tener seguridad de haber sido perdonados.
Nuestra
fe en la resurrección de los muertos
se fundamenta en la resurrección de Jesús. También nuestra carne participará de
algún modo de la resurrección final. Todo nuestro ser será salvado.
El
juicio particular es el juicio que
tiene lugar en el momento de nuestra muerte; el cielo es el estado en que se disfruta eternamente del amor de Dios;
el purgatorio es el estado de
purificación previo a poder gozar definitivamente del Señor y nosotros podemos
ayudar con nuestras oraciones a los que están en él; el infierno es el estado de separación eterna de Dios de quien muere
conscientemente y por propia voluntad en pecado mortal; no es Dios quien condena,
es el hombre que se autoexcluye del amor de Dios; el infierno existe porque
Dios nos ha creado libres; el juicio
final será al final de los tiempos y con él se acabará el mundo y empezarán
los cielos nuevos y la tierra nueva.
2º
parte: Cómo celebramos los misterios cristianos
P. Rupnik - Centro Aletti Capilla "Redemptoris Mater" Vaticano |
- En la liturgia tiene lugar un encuentro real con
Cristo. Por eso es tan importante. La salvación nos llega a través de la
fe y de los sacramentos: “Y les dijo: ‘Id al mundo entero y proclamad el
evangelio a toda la creación. El que crea
y sea bautizado se salvará; el
que no crea será condenado’” (Mc 16, 15).
- La liturgia es fuente y culmen de toda la acción
de la Iglesia; de ella todo mana y a ella todo tiende.
- Los sacramentos son signos visibles de una
realidad invisible y fueron instituidos por Cristo.
- La salvación viene de la fe y de los sacramentos,
no sólo de la fe como afirman los protestantes; Dios quiere acercarse a
todo nuestro ser, no sólo a la cabeza.
- Es la Iglesia la encargada de celebrar los
sacramentos y custodiarlos.
- Los sacramentos que confieren carácter, es decir,
un sello indeleble en el alma, se reciben solo una vez en la vida: bautismo,
confirmación y orden sacerdotal.
- Los sacramentos suponen la fe, pero también la
fortalecen y la expresan.
- Su eficacia no depende de la dignidad de quien
los celebra (actúan ex opere operato).
- En la liturgia hay signos y palabras.
- En un cierto sentido la liturgia nos hace contemporáneos
de Jesús (cf. Soren Kierkegaard; n. 1859).
- Idea del año litúrgico con sus tiempos fuertes
(Pascua y Navidad, precedidos de la Cuaresma y el Adviento).
- El domingo es el día del Señor; importancia de
vivirlo bien, de aprender a santificar las fiestas.
- En la liturgia hay elementos que se pueden
cambiar y otros que no porque son de origen divino.
- Clasificación de los sacramentos:
- De iniciación: bautismo, confirmación y eucaristía
- De curación: penitencia y unción
- De servicio: matrimonio y orden
Bautismo
· Es el primero de los
sacramentos y es condición para recibir todos los demás; nos une a Cristo, nos
libera del pecado original y de los pecados personales que hayamos cometido.
· Forma de
celebrarlo: inmersión en agua (o infusión) con la fórmula trinitaria.
· Cualquier persona
no bautizada es apta para recibirlo. Se exige la fe, que pueden confesar los
padres en representación de sus hijos.
· Ministro del
bautismo: cualquiera que quiere hacer lo que hace la Iglesia; ordinariamente el
obispo, el presbítero o el diácono.
· El bautismo es
necesario para la salvación (cf. Jn 3), pero existe también el bautismo de
deseo.
Confirmación
·
Completa el
bautismo y en ella se recibe el don del Espíritu Santo.
· Puede recibir
este sacramento todo bautizado que esté en estado de gracia.
·
El ministro originario
es el obispo, pero puede delegar en un sacerdote.
Eucaristía
·
La palabra
significa ‘acción de gracias’; en la Eucaristía se renueva el sacrificio de
Jesús en la cruz de forma incruenta; Jesús la instituye en la última cena.
·
Es la Eucaristía
la que hace la Iglesia.
·
Dos partes de la
Misa: liturgia de la Palabra y liturgia eucarística.
·
Otros elementos
de la misa: kyrie, gloria, aleluya, sanctus, agnus dei, etc.
·
El sacerdote actúa in
persona Christi capitis.
·
Concepto de transubstanciación.
·
Conservación de
las formas consagradas: tabernáculo.
·
Precepto
dominical.
·
Comunión y
ecumenismo.
Sacramento de
la penitencia
·
Recibe distintos
nombres: confesión, reconciliación, conversión, perdón, etc.
Tríptico de los siete sacramento Roger van de Weyden Amberes (Bélgica) |
·
Lo instituyó
Jesús el día de Pascua: Jn 20, 22: “a quienes les perdonéis los
pecados les quedan perdonados”; parábola del padre misericordioso.
· Puede perdonar los
pecados sólo Dios y quien ha recibido de él este poder: los apóstoles y sus
sucesores.
· El arrepentimiento
sincero es necesario para recibir el perdón y es distinto del complejo de culpa
patológico.
· Hay que entender la penitencia que impone el sacerdote como reparación por el mal cometido; suele consistir en oraciones, ayunos o limosna.
· Para el perdón de
los pecados se requiere el arrepentimiento por parte del penitente y la
absolución de parte del sacerdote.
· Los actos del
penitente son: examen de conciencia, arrepentimiento, propósito de enmienda, confesión
y penitencia.
· Hay que confesar
los pecados graves que se recuerden y que no se han confesado; la absolución
general sin confesión individual se puede dar solo en determinados casos.
·
Hay que confesar los
pecados graves antes de recibir la comunión y por lo menos una vez al año.
· Aún cuando no hay
obligación formal de confesarse por no haber cometido un pecado grave, es útil
confesarse para crecer espiritualmente.
· Hay pecados que
están sancionados con la excomunión, por ejemplo el aborto.
· El sacerdote está
obligado a mantener el secreto absoluto.
·
La confesión
reconcilia con Dios y con la Iglesia.
Unción de los
Enfermos:
· La Iglesia,
siguiendo el ejemplo de Jesús y obedeciendo a su mandato, se ha ocupado siempre
de los enfermos.
· Es un sacramento
destinado a quien está gravemente enfermo: se puede recibir varias veces a lo
largo de la vida.
· Se realiza
mediante la unción en la frente y en las manos con el óleo bendecido, acompañada
de las palabras correspondientes.
· La unción une al
enfermo con Cristo paciente y perdona sus pecados.
· Hay que recuperar
este sacramento y desligarlo de la idea de extremaunción y del miedo correspondiente;
hay que saber preparar a nuestros enfermos para que lo reciban.
· Lo pueden
celebrar los presbíteros y los obispos.
· Hay que
distinguirlo del viático que es la
última comunión que se recibe antes de morir y que es el verdadero sacramento
de los moribundos.
El Orden
Ilustración del Tetraevangelio Jacob Copista Viena (Austria) |
· El sacerdocio es
participación en el único sacerdocio de Cristo.
· El sacramento del
Orden tiene tres grados: obispo, sacerdote y diácono.
· El obispo tiene
la plenitud del sacramento del Orden, es sucesor de los apóstoles, y tiene
encomendadas las funciones de enseñar, gobernar y santificar.
· La ordenación se
realiza mediante la imposición de las manos y la oración consecratoria.
· Desde el Concilio
Vaticano II se ha vuelto a instaurar el diaconado permanente que puede ser ejercido
por célibes y casados.
· La mujeres no
pueden ser ordenadas porque Jesús al instituir el sacerdocio en la última cena
eligió solo a varones.
· La Iglesia romana
exige a los presbíteros y obispos el celibato. El celibato es signo de la
entrega plena al Señor y de disponibilidad para el servicio.
· Hay un sacerdocio
común de los fieles, distinto del sacerdocio ordenado; estos dos tipos de
sacerdocio se implican mutuamente.
El matrimonio
· Se fundamenta en
la naturaleza misma del hombre y la mujer, creados varón y hembra a imagen de
Dios.
· El matrimonio se
celebra mediante una promesa pública consumada en la unión corporal entre los esposos
(rato y consumado, en términos canónicos).
· Los ministros son
los propios esposos; el sacerdote o diácono es testigo calificado.
· Para la validez
del matrimonio se requiere: consentimiento matrimonial, ausencia de impedimentos
y respeto de la forma canónica.
· El consentimiento
implica querer una unión exclusiva con el otro para toda la vida y estar
abierto a los hijos que Dios quiera dar.
·
El matrimonio es
indisoluble porque es signo de la fidelidad de Dios y así lo enseña Jesús.
·
Lo que en el fondo amenaza el matrimonio, más
allá de condicionantes psicológicos y sociales, es el pecado.
· No todos están
llamados al matrimonio y los que viven solos por distintos motivos pueden también
tener una vida plena y fecunda.
·
Para los
matrimonios mixtos (entre católico y bautizado no católico) se requiere dispensa
del obispo.
· Cuando se celebra
un matrimonio con un miembro de otra religión, se habla de matrimonio de
disparidad de culto y se requiere también dispensa del obispo y es un matrimonio
no sacramental. Muchas veces se desaconseja.
·
A los cristianos
se les permite la separación pero no el divorcio.
·
Situación de los
divorciados vueltos a casar.
·
La familia como
Iglesia doméstica.
Otras
celebraciones
· Sacramentales:
profesión religiosa, cenizas, agua bendita, bendiciones...
· Exorcismo: el
solemne se realiza en contadas ocasiones y después de un cuidadoso examen.
· La piedad popular
tiene cosas buenas y cosas que hay que purificar; v.gr. las procesiones de
Semana Santa.
· Veneración de las
reliquias.
· Peregrinaciones: es
‘orar con los pies’; ir a lugares que desprenden paz y fuerza.
· Vía crucis
3º
parte: Cómo obtenemos la vida en Cristo
Fundamentos de la moral católica
San Juan contempla la Inmaculada Concepción El Greco Toledo (España) |
- Necesitamos la ayuda
de Dios para hacer el bien y esta ayuda, que llamamos gracia, nos llega
por la fe y los sacramentos.
- El ser humano tiene
una dignidad inviolable que no depende de sus éxitos o fracasos, sino de
que es creado por Dios y llamado a la comunión con él, a la vida eterna.
- El mensaje central
de las bienaventuranzas es que la felicidad viene de seguir el estilo de
vida de Jesús y buscar la paz con un corazón limpio.
- Dios nos ha hecho
libres para poder elegir el bien, aunque el grado de libertad y
responsabilidad por nuestros actos puede variar en función de la coacción,
el miedo, la ignorancia, las malas costumbres, las drogas…
- La libertad
religiosa y de conciencia está inscrita en la dignidad del hombre y la
Iglesia la defiende.
- El hombre puede distinguir
si sus actos son buenos o malos usando su inteligencia y siguiendo la voz
de la conciencia. Existen tres criterios fundamentales a tener en cuenta
para juzgar la bondad de un acto: el objeto del acto en sí, la intención y
las circunstancias. No es lícito nunca hacer directamente algo que es malo
en sí; una intención mala hace malo cualquier acto aunque el objeto sea
bueno y las circunstancias no cambian la calidad del acto pero afectan el
grado de responsabilidad.
- No se debe hacer
ningún acto que sea malo en si mismo, aunque es lícito tolerar el mal
menor para evitar un mal mayor; el fin no justifica los medios si éstos
son intrínsecamente malos.
- Los sentimientos y
pasiones no son en sí ni malos ni buenos, dependen de lo que hagamos con
ellos.
- Nadie puede ser
obligado a actuar contra su conciencia incluso si lo que le dicta es
erróneo, con tal de que su acto no vaya contra el bien común.
- No es pecado actuar
según un juicio de conciencia cierto pero erróneo que no sea culpable; de
todas formas, es un deber formar la propia conciencia.
- Las virtudes son
disposiciones estables a hacer el bien que se pueden entrenar con ayuda de
la gracia de Dios; las virtudes cardinales son la prudencia (capacidad de
reconocer lo que es justo y elegir los medios adecuados para obtenerlo), la
justicia (dar a cada uno lo que le es debido), la fortaleza (perseverancia)
y la templanza (autocontrol).
- Las virtudes
teologales son la fe, la esperanza y la caridad. Tienen a Dios como
fundamento y meta.
- La esperanza es la
confianza de que lo que Dios ha prometido se cumplirá y la espera
esperanzada y activa de ello. El objeto de nuestra esperanza es la
comunión con Dios mismo.
- Los dones del
Espíritu Santo son: sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia,
piedad y temor de Dios.
- Los frutos del
Espíritu Santo son caridad, gozo, paz paciencia, longanimidad, bondad,
benignidad, mansedumbre, fidelidad, modestia, continencia, castidad.
- Dios se ha revelado
como un Dios misericordioso por eso debemos confesar con confianza
nuestros pecados y nunca desesperar de su misericordia.
- Un pecado es una
palabra, un acto o una intención que atenta consciente y voluntariamente
contra el orden establecido por Dios; no es equivalente a infringir unas
normas establecidas por los hombres. De hecho, hay ocasiones en que
obedecer una ley hecha por los hombres es pecado, cuando esta ley es
injusta y va contra el derecho natural (v.gr. el aborto).
- Los pecados graves
apartan de Dios mientras los veniales enturbian la relación con él. El
pecado grave para ser tal debe ser cometido con pleno conocimiento y con consentimiento
deliberado.
- Los pecados
capitales, relacionados con los vicios que adormecen la conciencia y
predisponen al pecado, son: soberbia, avaricia, envidia, ira, lujuria,
gula, pereza.
- Podemos ser responsables
de los pecados de los demás si inducimos a ellos, si colaboramos o si
omitimos de advertir para que no se cometan.
- Aunque el pecado es
siempre algo personal, se puede hablar de ‘estructuras de pecado’ porque
surgen de pecados personales y son contrarias a lo que Dios quiere, y crean
y mantiene situaciones injustas: v.gr. la distribución de la riqueza en el
mundo.
- El principio de
subsidariedad, desarrollado por la doctrina social de la Iglesia, es
fundamental para conciliar el individuo y la sociedad: lo que puede hacer
el individuo por sí mismo y con sus propios medios no debe ser suplantado
por una instancia superior. V.gr. lo que es propio de la familia no debe
ser realizado por el Estado.
- El orden social y su
progreso deben subordinarse al bien de las personas y no al contrario.
- Dios ha creados a
todos los hombres con igual dignidad por eso es inaceptable cualquier
discriminación por causa de sexo, raza, cultura o religión.
- Hay desigualdades
entre los hombres que derivan de las diferencias entre los talentos que ha
recibido cada uno y otras que provienen del reparto injusto de materias
primas, propiedades y capital. Las desigualdades injustas entre los
hombres deben ser abolidas.
- Los cristianos deben
comprometerse para que todos tengan acceso a los bienes materiales y
espirituales necesarios para una vida digna.
- Existe una ley
natural que puede ser conocida por la razón. En el Antiguo Testamento
encontramos expresados algunos preceptos de esta ley natural que se
acreditan como Ley de Dios. Este es el caso de los diez mandamientos.
- Para los cristianos
no es el cumplimiento de la ley lo que nos salva, lo que nos pone en una
buena relación con Dios, sino la fe; la ley nos enseña el camino pero es
difícil recorrerlo sin la ayuda de Dios.
- La ley del Antiguo Testamento
llega a su plenitud en el Nuevo, que no añade nuevos preceptos exteriores
sino cambia su raíz que es el corazón del hombre.
- La doctrina de la justificación
indica que lo que nos hace justos ante Dios no es nuestro respeto de la
Ley, sino la justicia de Cristo que se nos aplica por la fe,
gratuitamente.
- La gracia es el acercamiento
gratuito y amoroso de Dios a nosotros, acercamiento del que a veces somos consciente
y otras veces no; significa “ser contemplados por Dios, ser tocado por su
amor” (Benedicto XVI). La gracia recibe distintos nombres (cf. n. 339: santificante,
habitual, actual, sacramental, de estado, etc.), pero en el fondo es sólo
una, es Dios mismo que se dona.
- Hay una relación
difícil de aclarar entre la gracia de Dios y la libertad del hombre: sin
la gracia no podemos hacer nada, sin embargo Dios nos deja libres para
elegir y exige nuestra colaboración (máxima de San Ignacio de Loyola de
rezar como si todo dependiera de Dios y obrar como si todo dependiera de
nosotros).
- Lo que nos justifica
es la fe, pero la fe sin las obras está muerta; la fe se manifiesta en las
buenas obras.
- Hay una vocación
universal a la santidad, es decir, todos estamos llamados a la santidad.
Esta es la vocación fundamental de todo cristiano. No hay dos
cristianismos: uno más perfecto para pocos y otro más laxo para la
mayoría.
- La Iglesia nos ayuda
a llevar una vida santa a través de: la transmisión de la fe, la
celebración de los sacramentos -especialmente la Eucaristía-, la
proclamación de la Palabra de Dios, el ejemplo de los santos, etc.
- El Magisterio de la
Iglesia no sólo se refiere a lo que está contenido en el evangelio, sino
también a la ley moral natural.
- Los cinco mandamientos
de la Iglesia son de obligado cumplimiento para todo católico y son “exigencias
de mínimos” para llevar una vida cristiana.
- La doble moral (diferencia
entre lo que se predica en público y lo que se hace en la vida privada) es
un contratestimonio a la verdad del evangelio.
- Los diez
mandamientos son inmutables y valen siempre y en todas partes: son
mandatos de la razón y parte esencial de la revelación vinculante de Dios.
Primer
mandamiento: Amarás a Dios sobre todas las cosas
El sermón de la montaña Beato Angélico Florencia (Italia) |
· Conocer a Dios,
servirle, adorarlo, es la prioridad absoluta en la vida. La reverencia y adoración
son la respuesta adecuada a Dios que se manifiesta y se hace presente.
· No se puede
imponer a nadie la fe, ni a los propios hijos. Es imprescindible el respeto de
la libertad religiosa.
· Este primer
mandamiento prohíbe: tener ídolos (cosas o personas que usurpan el lugar de
Dios), consagrar la vida sólo a lo terrenal; ser supersticioso; tentar a Dios;
cometer sacrilegio (profanar lo sagrado); ejercer la simonía (comerciar con las
cosas de Dios).
· El esoterismo
tiene una concepción falsa de Dios, al no considerarlo como un ser personal y
compasivo, sino como una energía cómica impersonal (New Age). El panteísmo que
profesan algunos también es incompatible con la fe cristiana en un Dios que no
se identifica con el cosmos.
· A través del
Yoga, la meditación con técnicas orientales, el Reiki, etc., que parecen en
principio inofensivos, se puede estar transmitiendo una idea falsa de Dios.
· Existen varias
modalidades actuales del antiguo gnosticismo que diferenciaba entre los iniciados
y el pueblo llano y sostenía que se alcanzaba la salvación a través del
conocimiento y no de la fe.
· La magia pretende
controlar y manipular a Dios en vez de confiar en él.
· El ateísmo es un
pecado contra el primer mandamiento, pero el grado de responsabilidad del
individuo que lo profesa puede variar en función de sus intenciones y
circunstancias. Hay que distinguir entre ateísmo (negación de la existencia de
Dios) y agnosticismo (deja la cuestión de la existencia de Dios abierta al
considerar que con la razón no se puede saber).
· La prohibición de
hacer imágenes de la divinidad contenida en este primer mandamiento y que
siguen respetando los judíos y los musulmanes, quedó superada en el
cristianismo gracias a la encarnación del Hijo de Dios con la que Dios asumió
un rostro humano que se puede representar.
Segundo
mandamiento: No tomarás el nombre de Dios en vano
· Este mandamiento
prohíbe: pronunciar el nombre de Dios de forma irreverente, blasfemar, maldecir
usando su nombre, hacer falsas promesas y dar falso testimonio en nombre de
Dios. Es un mandamiento que exige reverencia hacia lo sagrado, tanto objetos,
como personas.
· Para los
cristianos la señal de la cruz es una forma de ‘cristianizar’ lo que hacemos
poniéndolo bajo el signo de la cruz y la presencia de la Santísima Trinidad.
· Hay que elegir
bien el nombre de pila que ponemos a nuestros hijos; es importante que tengan
un santo patrono que interceda por ellos.
Tercer
mandamiento: Santificarás las fiestas
· Para el pueblo
judío el respeto del sábado es crucial: recuerda
el día en que Dios reposó después de crear el mundo y hace presente la
liberación de la esclavitud de Egipto y anticipa el mundo futuro. El sábado es un
signo de identidad para el pueblo de Israel y forma parte de su ser.
· Jesús relativiza
el sábado: “El sábado ha sido hecho para el hombre y no el hombre para el
sábado”. Al hacerlo, muestra que él es el Mesías, el ‘Señor del sábado’. Si su
pretensión no fuera cierta, sería un impostor y blasfemo que transgrede una de
las leyes más sagradas del pueblo elegido.
· Los cristianos
sustituyen el sábado por el domingo porque es el día de la resurrección de
Cristo, el día de la nueva creación, pero al hacerlo mantienen el significado
fundamental que tenía el sábado para el pueblo judío.
· Se santifica el
domingo participando en el culto de la comunidad cristiana y evitando todo lo
que impide la adoración de Dios y que perturba el carácter de la fiesta, de alegría, paz y descanso.
Cuarto
mandamiento: Honrarás a tu padre y a tu madre
· Deber de amor,
agradecimiento y afecto hacia nuestros padres.
· Importancia de la
familia como célula de la sociedad y como Iglesia doméstica: lugar donde se
vive y se transmite la fe a las nuevas generaciones.
· La familia fundada
en el matrimonio, entendido como una unión estable de un hombre y una mujer
abierta a la vida, es querida por Dios y debe ser respetada y protegida por el
Estado.
· Los hijos son don
de Dios y no propiedad de los padres; los padres deben hacer todo lo necesario
para que se puedan desarrollar corporal y espiritualmente de la mejor forma posible.
· Los padres deben
hacer todo lo que está en sus manos para que los hijos experimenten que vivir
en la presencia y cercanía de Dios es valioso y benéfico.
· La relación del
hombre con Dios es la más importante y tiene prioridad incluso sobre las
relaciones familiares: “El que quiera a su padre o a su madre más que a mí, no
es digno de mí”.
· Hay que ejercer
la autoridad como servicio y no de forma arbitraria.
· Existe la
obligación para el cristiano de colaborar lealmente con los organismos
estatales y contribuir al bien común en verdad, justicia, libertad y solidaridad;
se debe amar a la propia patria, defenderla si es el caso, y pagar los
impuestos justos.
· No se deben
seguir las prescripciones de las autoridades civiles que son contrarias a la ley de Dios: resistencia pasiva, lucha no violenta, etc.
Quinto
mandamiento: No matarás
· Excepto en caso
de legítima defensa o auxilio necesario, nadie puede matar a otra persona: la
vida humana es sagrada, pertenece a Dios; incluso nuestra propia vida no nos
pertenece, sino que nos ha sido confiada.
· Este precepto
prohíbe el asesinato y la cooperación en él; el aborto; el suicidio; la
automutilación y la autodestrucción; la eutanasia.
· La pena de muerte
es solo aceptable en el caso en que la sociedad no se pueda defender de otro
modo que con la muerte del reo, pero estos casos son muy raros y prácticamente
no se dan; por tanto, hoy la Iglesia es contraria a su utilización.
· La eutanasia en
sentido propio es una acción u omisión que por su naturaleza y en la intención
causa la muerte con el fin de eliminar el dolor; en cuanto tal es un homicidio
y es inaceptable. En cambio, la administración de calmantes, aunque pueda tener
como consecuencia acortar la vida, o la renuncia al encarnizamiento terapéutico,
no es eutanasia; la muerte no debe ser causada, pero tampoco absurdamente
retrasada. Hay que promover los cuidados paliativos.
· El aborto no es
aceptable en ningún caso, ni en ningún momento del desarrollo del embrión a
partir de la concepción. De este modo, no se puede abortar un niño con
minusvalía, ni se puede investigar con embriones vivos y células madres
embrionarias. La vida humana comienza con la unión del espermatozoide y el
óvulo.
· El quinto mandamiento
implica también el respeto por la integridad física y psíquica de las personas
(contra la seducción mental, la agresión sexual, la violencia física, etc.)
· Hay que respetar
el propio cuerpo: No existe un derecho humano a destruir el propio cuerpo
recibido por Dios (v.gr. con incisiones, etc.).
· La salud es un
valor importante pero no absoluto. No hay que caer en el culto al cuerpo.
· El tomar drogas,
al ser un acto de autodestrucción, es pecado, aunque hay también un uso
razonable, consciente y moderado de drogas, por ejemplo en el ámbito médico;
v.gr. estimulantes, morfina, etc.
· Las donaciones de
órganos son un verdadero acto de caridad con el prójimo, siempre y cuando las
personas no sean obligadas a ello.
· Se atenta contra
el derecho a la integridad física de las personas con el uso de la violencia,
el secuestro y la toma de rehenes, el terrorismo, la tortura, la violación, la
esterilización por la fuerza, la amputación, la mutilación...
· Los cristianos
deben tratar con respeto y caridad el cuerpo de un difunto, conscientes de que
Dios lo ha destinado a la resurrección final. Hay que cuidar la forma de comportarse
con las cenizas de los difuntos, evitando extravagancias que no son apropiadas.
· La paz es la
consecuencia de la justicia.
· La ira o cólera
es una reacción natural ante una injusticia experimentada, pero hay que cuidar que
no se convierta en odio y deseo de venganza.
· La acción no violenta
tiene un gran valor para Jesús y la Iglesia respeta a los que rehúsan el empleo
de las armas.
· Sin embargo, la
Iglesia no defiende un pacifismo radical, porque hay un legítimo uso de la
guerra como último recurso.
Sexto
mandamiento: No cometerás adulterio
Pentecostés Icono copto |
· El hombre es un
ser sexuado. El hombre y la mujer son distintos y complementarios y tienen la
misma dignidad como personas.
·
El amor es la
entrega libre del corazón.
·
Sexualidad y amor
van inseparablemente unidos. El encuentro sexual necesita el ámbito de un amor
fiel y seguro. El sexo sin amor es mentira y perjudica a la larga al cuerpo y al
alma.
· La castidad hay
que entenderla como la virtud mediante la cual se reserva el deseo sexual de
forma consciente y decidida para el amor, integrándolo en la persona. Castidad
y continencia no son lo mismo: una persona casada con una vida sexual activa
cuando la vive como expresión de amor es casto. La castidad es una virtud moral
y también un don de Dios, una gracia, fruto también del trabajo espiritual.
Vivir un amor casto implica no ser esclavo de los propios instintos y pasiones.
· Todos están
llamados a vivir la castidad, aunque no la continencia. Ser castos significa
vivir el amor de una forma integrada.
·
La Iglesia se
opone a las relaciones prematrimoniales porque quiere defender el amor. No se
puede decir a otra persona “te quiero” con el cuerpo cuando no es verdad.
· La masturbación
es una falta contra el amor, porque convierte el placer sexual en un fin en sí
mismo. El autoerotismo unido a la pornografía puede llevar al aislamiento y a
que sea cada vez más difícil crear relaciones interpersonales gratificantes y
sanas.
· La fornicación,
entendida como realizar actos sexuales fuera de la unión matrimonial, es una
falta grave contra el amor porque ofende a la dignidad de la persona y niega el
sentido de la sexualidad humana.
· La prostitución
que convierte el amor en mercancía y en la que la persona es degradada a objeto
de placer es una falta grave contra la dignidad humana y un pecado grave contra
el amor.
·
La pornografía
también es una falta grave contra el amor y la dignidad humana.
· El violador
comete un crimen contra la esencia del amor, ya que el amor es libre por
naturaleza y este crimen es más reprobable si tiene lugar en el contexto de una
relación jerárquica o de autoridad.
· La Iglesia
rechaza el uso del preservativo para luchar contra el Sida y apuesta por una
nueva cultura de las relaciones humanas y un cambio de la conciencia social. La
fidelidad conyugal y la continencia fuera del matrimonio son los mejores medios
para luchar contra el Sida.
· La Iglesia acoge
sin condiciones a las personas con tendencias homosexuales. Al mismo tiempo
afirma que todas las formas de encuentros sexuales entre personas del mismo
sexo no corresponden al orden de la creación.
·
Lo esencial del
matrimonio cristiano es la unidad, la indisolubilidad, la apertura a la prole y
la ordenación al bien del cónyuge.
·
El cristianismo se
opone a quien afirma que el placer sexual es malo en sí mismo, aunque sí afirma
que el placer no es un fin en sí mismo.
·
El niño que nace
del amor es un don y una bendición de Dios; es una criatura de Dios totalmente
nueva y única.
· Una pareja cristiana
puede legítimamente decidir cuántos hijos puede asumir responsablemente en su
situación económica, social o de salud; esto a veces se designa como paternidad
responsable.
· Un matrimonio
cristiano puede utilizar métodos de regulación de la fecundidad, especialmente
los llamados de ‘planificación familiar natural’ que se corresponden a la
dignidad del varón y de la mujer, que respetan las leyes internas del cuerpo
femenino y que exigen ternura y unas relaciones recíprocas respetuosas. Los métodos
anticonceptivos, en cambio, distorsionan la naturaleza propia de la relación
íntima conyugal, haciéndola intencionadamente infecunda.
· En caso de
esterilidad, se puede recurrir a toda ayuda médica que no contradiga la dignidad
de la persona, los derechos del niño que se desea concebir y la santidad del
sacramento del matrimonio. No hay derecho absoluto a tener un hijo; un hijo es
un don de Dios. Cuando se han agotado los recursos legítimos de la medicina se
puede pensar en adoptar o acoger a niños o comprometerse de otro modo con la
sociedad.
· La ayuda de la
medicina se extralimita y por tanto no es aceptable cuando se disuelve y destruya por medio de una tercera persona
la paternidad conjunta de los padres (v.gr. fecundación heteróloga), o cuando
la concepción se convierte en un acto técnico fuera de la unión sexual dentro
del matrimonio.
· La doctrina de la
Iglesia sobre la indisolubilidad del matrimonio: el matrimonio rato y consumado
entre bautizados no puede ser disuelto por ningún poder humano, ni por ninguna
causa fuera de la muerte.
·
En caso de
adulterio y cuando el matrimonio ya no es viable se puede pensar en la separación.
Séptimo
mandamiento: No robarás
·
El séptimo
mandamiento prohíbe quitarle algo a alguien, pero implica también la justa
administración y el reparto de los bienes de la tierra, la regulación de las
cuestiones de la propiedad privada y el reparto de los rendimientos del trabajo
humano y de las materias primas y la protección de la naturaleza. Es un
mandamiento que hace referencia a la doctrina social de la Iglesia.
·
El derecho a la
propiedad privada es relativo y no absoluto, porque Dios creó la tierra y sus
bienes para todos los hombres.
· El robo es la
apropiación indebida de un bien ajeno. Pero también se peca contra el séptimo
mandamiento por la retención injusta del salario justo, por quedarse con
objetos encontrados que deben ser devueltos, por los engaños en general, por dar
trabajo a los empleados en condiciones contrarias a la dignidad personal, por
no mantener los acuerdos suscritos, por despilfarrar las ganancias, por elevar
o bajar artificialmente los precios, por poner en peligro el puesto de trabajo
de un compañero, por el soborno y la corrupción, por inducir a los subordinados
a cometer actos ilegales, por exigir honorarios desproporcionados, por
derrochar o administrar mal las propiedades sociales comunes, por falsificar
dinero, contabilidades o balances, por el fraude fiscal, etc.
·
También es robo
la sustracción de la propiedad intelectual.
· Es inmoral el
engaño y el fraude fiscal, es decir, falsificar, silenciar o tapar hechos para
impedir una evaluación fiscal correcta, aunque en un sistema fiscal complejo es
lícita la ‘creatividad’...
·
La especulación
es inmoral si se emplean medios deshonestos, si se pone en peligro los medios
de vida propios o ajenos o cuando se ha vuelto en una adicción como el juego.
· El vandalismo y
los daños deliberados a equipamientos públicos y a bienes comunes son formas de
robo.
· Las apuestas y los
juegos de azar son inmorales cuando el jugador arriesga el sustento suyo o el
de otras personas, especialmente si están a su cargo.
·
Comprar o vender
personas, u órganos, o embriones, etc. es algo absolutamente reprobable.
· Existe el deber
de cuidar la creación: el mandato de someter la tierra que Dios da al hombre no
significa un derecho absoluto de poder disponer arbitrariamente de la
naturaleza; el hombre es pastor y guardián de la creación, debe cuidar de ella.
· Es misión de los
fieles laicos comprometerse en la política, la sociedad y la economía, para
transformar las realidades temporales según el espíritu del evangelio.
· La Iglesia apoya
la democracia porque entre los sistemas políticos es el que ofrece las mejores
condiciones para que se realicen la igualdad ante la ley y los derechos humanos.
Pero la democracia debe ser algo más que el mero dominio de la mayoría; es
preciso reconocer los derechos fundamentales del hombre en cuanto tal. La
democracia se fundamenta en unos valores que ella mismo no puede darse; por eso
hay que estar atentos a que no se socaven los derechos fundamentales del ser
humano. Si esto no se hace, fácilmente la democracia se vuelve una tiranía.
·
El capitalismo
tiene que situarse dentro de un ordenamiento jurídico sólido.
·
Junto a los justos
intereses de beneficios, los empresarios deben tener en cuenta los justos
intereses de los empleados, de los proveedores, de los clientes y de toda la sociedad
y también del medio ambiente.
· El trabajo es un
mandato de Dios al hombre y para la mayoría de los hombres es su medio principal
de sustento. El desempleo es un mal grave que debe ser combatido con decisión.
El trabajo no es un fin en sí mismo sino que debe servir a la realización de una
sociedad que corresponda a la dignidad del hombre. La Iglesia defiende un
salario justo, que haga posible para todos una existencia digna, y exhorta a
los ricos a practicar las virtudes de la moderación y del compartir solidarios.
· La Iglesia
defiende el principio del trabajo sobre el capital: las necesidades elementales
de los trabajadores tienen prioridad sobre los intereses del capital.
· La globalización
en principio no es ni buena ni mala, pero sí puede suponer una gran oportunidad
para muchos países. Tiene que ser dirigida por la caridad en la verdad para evitar
que las condiciones de vida de los pobres empeoren, que crezca la desigualdad y
que se pisotee el medio ambiente. Esto requiere el fortalecimiento de las
instituciones políticas superestatales y de la sociedad civil.
·
La pobreza y el
subdesarrollo no son un destino ineludible. La tierra tiene suficientes recursos
para que todos tengan una vida digna.
Octavo
mandamiento: No dirás falso testimonio ni mentirás
Icono de las principales fiestas litúrgicas |
·
El octavo
mandamiento nos exige no mentir, es decir, no hablar ni obrar consciente y
voluntariamente contra la verdad. Significa vivir en el respeto de la verdad,
ser veraz.
·
El supremo
testimonio a la verdad se da en el martirio cuando se entrega la vida por ella,
y por amor a Dios y a los hombres.
·
Las faltas contra
la verdad exigen reparación, por ejemplo cuando se calumnia a alguien. No basta
que la culpa sea perdonada.
·
La verdad exige
discreción: hay que comunicarla con inteligencia y caridad. Es útil para ello
tener presente los ‘tres filtros’ de Sócrates: ¿Es verdad? ¿Es bueno? ¿Es útil?
·
El secreto de
confesión a diferencia del secreto profesional es absoluto. Nunca puede ser
revelado, ni en el caso de un crimen. Si las leyes civiles no lo defienden el
sacerdote las debe desobedecer.
·
Los medios de
comunicación social deben respetar la verdad y los derechos y la dignidad de
las personas: No deben ensalzar la violencia, aprobar el comportamiento
antisocial, promover la banalización de la sexualidad, etc.
·
El arte que
expresa la belleza que es reflejo de la verdad es un medio para llegar a Dios.
Noveno
mandamiento: No consentirás pensamientos ni deseos impuros
·
Este mandamiento
no se opone al deseo sexual, sino al deseo desordenado, a la concupiscencia, al
dominio de los impulsos sobre el espíritu. La atracción erótica es querida por
Dios y buena en sí misma, pero no se debe jugar con ella de modo que ponga en
peligro el ámbito protegido del matrimonio y la familia.
·
Hay que
esforzarse por conseguir la limpieza de corazón de las bienaventuranzas, el
tener un corazón sincero e indiviso.
·
El pudor protege
el ámbito íntimo de las personas, su dignidad, lo que sólo está autorizado a
ver el amor; no es mojigatería ni represión.
Décimo
mandamiento: No codiciarás los bienes ajenos
·
Exige una actitud
interior de respeto hacia los bienes ajenos, siendo libres de la avidez que se manifiesta
en la codicia, el robo, la rapiña, el fraude, la envidia...
·
La envidia es el
disgusto y enfado ante el bienestar de otros y el deseo de apropiarse
indebidamente de lo que otros tienen. Hay que esforzarse por alegrarse de los
éxitos y los dones de los demás. Para supera la envidia hay que tener presente
la providencia amorosa de Dios también para uno mimo y en qué consiste la
verdadera riqueza de la que ya participamos al estar en comunión con Dios.
4ª
parte: Cómo debemos orar
La oración de Jesús en el huerto El Greco Toledo, Ohio (Estados Unidos) |
- La oración es la elevación del corazón a Dios. Aunque
pueda parecer paradójico, orar es un don que se recibe a través de la
oración y nos lleva a una relación de intimidad con Dios. “Es un impulso
del corazón, una mirada lanzada hacia el cielo, un grito de reconocimiento
y de amor tanto desde dentro de la prueba como desde dentro de la alegría”
(Santa Teresa del Niño Jesús).
- En el cristianismo, contemplación (vida espiritual
interior) y vida activa son inseparables. Hay que ser al mismo tiempo
Marta y María.
- Abraham es modelo de oración para nosotros por su
escucha y disponibilidad para hacer lo que Dios le pedía. Su oración de
intercesión por Sodoma (Gn 18) es un impresionante ejemplo de oración
de petición.
- Moisés hablaba con Dios “cara a cara” como con un
amigo (Ex 33, 11), y Dios promete otro profeta como Moisés.
Promesa que se cumple de modo sobreabundante con Jesús que es el Hijo
único de Dios que está en el seno del Padre.
- En el Libro de los Salmos de la Biblia hay 150
salmos que han sido utilizados tanto por el pueblo de Israel, como per Jesús
y por la Iglesia para la oración.
- Jesús tenía una relación de intimidad con Dios
Padre que se manifestaba en su oración y que impresionaba a sus discípulos.
Una intimidad con Dios única, ya que es el Hijo de Dios, de la misma
naturaleza que el Padre. Es el maestro de oración por excelencia. En sus
palabras en la cruz ‘Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?’, tomadas
del salmo 22, está presente todo el drama de la humanidad que experimenta
la ausencia de Dios.
- Orar bien implica tener la certeza de ser
escuchados, aceptando al mismo tiempo que no seamos atendidos según nuestros
propios planes (Rahner).
- María es también modelo de oración. De ella
aprendemos a decir ‘sí’ a la voluntad de Dios.
- Importancia del rezo del Rosario. Era la oración
preferida de Juan Pablo II.
- Hay distintos tipos de oración: de bendición, de
adoración, de petición e intercesión, de acción de gracias, de alabanza;
la oración no es sólo pedir.
- También nuestro cuerpo debe participar en nuestra
oración. Así, rezamos de pie, sentados, de rodillas, con los brazos
extendidos, postrados, etc. Cada postura corporal tiene un significado
distinto que refuerza nuestra oración.
- Es importante rezar por los demás, también por
los que no conocemos, incluso por nuestros enemigos como pide Jesús.
- Una de los recursos para la oración es la Sagrada
Escritura, otro es la Liturgia de la Iglesia que nos une a todos los demás
que están rezando en todo el mundo. También los acontecimientos de la vida
cotidiana pueden servir para la oración.
- Hay distintas escuelas de espiritualidad en la Iglesia:
benedictina, ignaciana, franciscana, etc. que nacen alrededor de la vivencia
espiritual de un santo y que siguen siendo actuales en la Iglesia y que
ayudan a muchos a encontrar su camino de oración.
- Hay tres formas de oración: la oración vocal, la
meditación y la contemplación. En la oración, sobre todo en la
contemplación, llegamos a veces a experimentar la presencia palpable de
Dios como un regalo inmerecido de su gracia.
El
Padrenuestro:
Ángeles cantores Jan Van Eyck Gante (Bélgica) |
·
Consiste en siete
peticiones.
·
El Padrenuestro
es “la más perfecta de todas las oraciones” (santo Tomás de Aquino) y es el
“resumen de todo el evangelio” (Tertuliano).
·
Podemos llamar a
Dios ‘padre’ porque así nos lo ha enseñado Jesús y decimos ‘nuestro’ sintiéndonos
hermanos de los demás con los que formamos un mismo cuerpo.
·
‘Santificar el
nombre de Dios’ significa hacer justicia a su realidad.
·
La petición “venga
tu reino” significa que la soberanía de Dios se instale definitivamente en
nuestro mundo.
·
Cuando decimos “hágase
tu voluntad, así en la tierra como en el cielo”, pedimos que se cumpla
universalmente la voluntad de Dios, que la tierra sea cielo.
·
Pedir el ‘pan
nuestro de cada día” significa saber que todo viene de Dios y esperar de él lo
bienes materiales y espirituales necesarios, comprometiéndonos en la lucha por
la justicia para que todos tengan lo necesario para una vida digna.
·
Buscar e perdón
de Dios y otorgarlo a los demás van juntos; eso es lo que reconocemos cuando
decimos “perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que
nos ofenden”.
·
Cuando pedimos
‘no caer en la tentación’, le pedimos a Dios que no nos deje indefensos ante el
poder de la tentación. Confiamos en su ayuda en la hora de la prueba.
·
Cuando decimos
“líbranos del mal” nos referimos a Satanás, el tentador, el ‘príncipe de este
mundo’.
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ResponderEliminarEl link directo al libro: http://www.vaticanocatolico.com/la_iglesia_catolica_salvacion_y_bautismo.php
lolol :D me sirvio mucho
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